¡OLÉ! a Pacopepe por ganar un Bingo y su gran generosidad

Francisco José es un señor del centro de Córdoba, conocido en el vecindario y al que todos llaman cariñosamente, Pacopepe. Aunque ya jubilado, antes de lo que hubiera querido y echando de menos alguna actividad, aparte de cuidar de su casita en el campo con su señora, comenzó hace años a colaborar activamente con un refugio de animales en las cercanías.

De hecho dos de sus perros y 3 gatos, los recogió y acogió en su casa en el campo, que se adaptaron perfectamente con los demás por el cariño y la alegría que desborda Pacopepe.

Otra de las aficiones de Pacopepe es jugar al Bingo, desde hace años, comenzando a jugar con su señora, que siempre ha sido una gran fan. Sábado si , sábado no, van a su Sala preferida y como no, han ganado un bingo que otro, siempre pasando un rato entretenido entre otros conocidos y asiduos a la misma Sala.

El sábado de la semana pasada, iba a ser uno especial, sin que ellos lo supieran. Se sentaron en la misma mesa reservada para ellos desde hace años y empezaron a tachar números entre risas y jolgorio. Estuvieron unas dos horas y decidieron que ya, tocaba hacer otra cosa y dar un paseo. Después de las tapitas y los vinitos y camino a casa, habían hablado de pasar por la Sala de Bingo y echar un ratillo antes de subir a la casa por el “Y si”. Entraron y eso estaba abarrotado de jugadores y se sentaron en la primera mesa que vieron, compraron cartones y a jugar. No llego a pasar ni media hora cuando Pacopepe gritó el emblemático BINGOOOOOO, HE CANTADO BINGOOOOOOOOO, a gritos en toda la sala. Los dos no paraban de reír mirándose el uno a otro estupefactos de la sorpresa y que sorpresa, nada mas y nada menos que un BINGO de 7.000€ y un BOTE acumulado de 15.000€. Después de tanta euforia, elogios y recoger el premio, se hizo bastante tarde y se fueron a descansar.

Dormir , durmieron poco, eso si , se pasaron la madrugada pensando en que hacer o no, con todo el dinero que les había tocado. Entre ellas, Pacopepe le dijo a su esposa, que le gustaría donar una buena parte a ese refugio de animales, que tanto amaba y sabía que les vendría muy bien, para reformar y ampliar las instalaciones y acondicionar el hábitat a las diferentes especies de animales encontrados en abandono.

El refugio de animales, que era como un cortijo, y tan agradecidos decidieron poner, como homenaje, el nombre de Pacopepe a una de las instalaciones que ampliaron para los caballos.

¡ENHORABUENA! Y un gran ¡OLÉ! A Pacopepe por su gran generosidad y amor a los animales. Todo un ejemplo.

¡Olé! A George y su peña por ese Bingo sorpresa

George, es un griego afincado en España desde hace muchos años que trabaja en su propio taller de coches en las afueras de Motril. Junto con unos amigos y clientes, formó una pequeña peña de bingueros, no solo porque les gustaba el juego, motivo suficiente, sino para reunirse una vez al mes para cenar, pasarlo bien y como no, acudir a la cita mensual a su Sala favorita.

La noche que tocaba salir, ese mes, George estaba desbordado por el trabajo y comentó a la peña, que no podría acudir, pero igualmente ponía su parte y les dijo , a ver si me dais una sorpresa esta noche.

Siguió trabajando toda la noche, cuando de repente sobre las doce y media de la noche, suena su móvil, entre el ruido y los motores no lo escucho, pero sus amigos persistieron llamándole, hasta que por fin escucharon por la otra línea, la voz de George. Bueno ¿y? Les dijo, si tanto llamáis será por algo, que ha pasado. Lo que escuchaba sin parar del teléfono y a gritos de la peña era, Sorpresa, Sorpresa, Sorpresaaaaaaaaaaaaaaaaa y risas. George se quedó de piedra y cuando le comentaron que habían ganado 8.000€ , casi se le cae el teléfono y empezó a brincar y saltar como un chiquillo. Sus amigos de la peña no pudieron dejar de pasar por el garaje con una caja de cervezas y celebrarlo con George.

A veces la suerte es azarosa y cuando uno menos se lo espera y mas no estando en presencia es cuando ocurren las cosas. Ahora eso sí, la fiesta típica griega con un gran buffet y el baile Sirtaki a lo Zorba el griego y tiros de platos estaba asegurado.

Enhorabuena y un ¡Olé! A George y su Peña

¡Olé! A Maripepa y Lola por el Bingo que ganó Maripepa y lo prometido……

Marypepa y Dolores son dos mujeres que han trabajado juntas en el mismo hotel, situado en Jaén, más de 20 años, como camareras de piso. A parte del trabajo, la amistad también fue creciendo y las fue uniendo, haciéndose mas cercanas con los años. Ya no solo disfrutaban solas, sino que muchas veces compartían eventos familiares, fines de semana, barbacoas en casa y pequeños viajes.

Pero, aparte de la familia, eso sí, igualmente tenían un hobby en común, que era y sigue siendo el bingo. Durante casi 15 años hasta el día de hoy , han ido las dos juntas al bingo, cada viernes, con las propinas que ahorraban, que no eran pocas.

Antes de que empezara la tediosa y dura temporada de verano, fueron, como siempre, el viernes después de trabajar al Bingo. A lo largo de todos estos años, habían ganado pequeños bingos que compartían para pequeños gastos y caprichos, pero acordaron que si a una de las dos, le tocaba un bingo gordo, que lo repartirían entre ellas. A veces de la teoría a la práctica hay un largo trecho, pero este no era el caso. Volviendo al viernes, salieron de trabajar, se ducharon y se pusieron guapas antes de salir del hotel, y se dirigieron a su Sala de bingo habitual.

Entre amigos, las chicas del bingo ya conocidas y como de la familia, algún que otro Vinito Blanco para alegrar la noche, comenzaron a jugar sus cartones y las rondas de bingo. Al principio parecía, que fuera como cualquier otro viernes que siiii, siii, pero, ainssss, esa última bola no caía.

Seguían jugando , charlando y divertiendose cuando…… Maripepa le dice a Lola: Lola, Lola, que me falta poco, que a ver si esta es , a ver si ya la bola que me falta cae, que bien nos hace falta…………….dicho esto a los pocos segundos sale la última bola y grita, Bingoooooooooooooooooooo Lola, bingoooooo, que he hecho bingooooooooooooooo y que bingooooooo, madre mía de Dios, pero quien se lo iba a imaginar. Lola alzó la cabeza un poco mas y veía que en el otro panel, no solo salia el bingo, sino que un premio más. No solo había ganado el bingo, sino el bingo progresivo de la sala que ya ascendía a 20.000€ y que la última vez que tocó fue haría unos meses.

Maripepa y Lola saltaban como dos chiquillas gritando bingooo , bingoo y todos los que estaban alrededor aclamándolas con aplausos de tanta alegría. Siguieron un poco más con la fiesta que se había montado con cotillones dorados , una botella de cava de la casa y como no, ese cheque con una cifra, que ninguna de las dos había visto junta en su vida.

Maripepa miró a Lola, la abrazó y le dijo, como ya sabes y quedamos y nuestra palabra va al cielo, este bingo lo compartimos las dos. Lola, no se esperaba menos de tan gran amiga y mas que cumpliera con lo que habían acordado hacia ya muchísimos años atrás.

Las dos comenzaron el trabajo de la temporada de verano, como si nada hubiera ocurrido, ya que les quedaba poco para jubilarse y decidieron que mientras trabajaban esos meses, planearían algo especial para darles una sorpresa a sus familias y poder disfrutar todos juntos.

¡OLÉ! Maripepa y Lola, por el bingo y esa gran amistad.

¡Olé! Mirella por esa GRAN inocencia que la llevó a ganar un Bingo

Mirella es una estudiante que junto con sus padres, estaban de visita y pasando unos días de vacaciones veraniegas, en casa de sus abuelos en Zafra, una localidad hermosa de Badajoz.

Los abuelos tenían una pequeña granja de vacunos , verduras y frutas, en las afueras y a la que le habían dedicado toda su vida. Mirella se sentaba con ellos en todas las ocasiones que podía para escuchar todas las historias que tenían por contar mientras saboreaba las delicias caseras que la abuela solía hacer con los frutos del campo.

Tenia muchos deseos de hacerles un regalo y que pudieran disfrutar en algún lugar fuera de la granja, así que habló con su madre y le comento lo que pensaba pero claro no tenia mucho dinero. En uno de esos días que tenían que ir al centro, Mirella le inquirió a la madre, que aunque fuera inocente , porque no entrar en una de las salas de bingo y probar suerte.

La madre titubeo un poco, sabia que era muy popular y divertido para muchísima gente y a pesar de eso nunca había jugado al bingo. Aunque, ante la insistencia, al final acepto y entro, mientras Mirella la esperaba en una cafetería cercana. Mirella había apostado por unos ahorrillos que tenía y un poco mas que le dejo su madre.

Mirella no dejaba de mirar la puerta de la Sala, ya se había tomado un buen postre de helado, y unas cuantas horchatas de chufa……iba a reventar con tanto dulce, cuando a las 2 horas y pico ve, que su madre sale de las puertas de la Sala con una gran sonrisa. Le dijo, Mirella, Mirella, que gran inocencia la tuya y afortunada idea, porque mira, he ganado así a lo tonto 2050€, que maravilla, quien lo iba a creer.

No se lo pensaron dos veces y buscaron un hotel en la costa de Asturias , en la localidad de Lastres, precisamente donde se había rodado la serie Dr. Mateo, de la cual ambos abuelos eran incondicionales e incluso habían visto la repetición de la serie varias veces.

Así que a los pocos días, ya todo organizado, les entregan un gran sobre con los detalles y cuan seria la alegría de sus abuelos ante tal sorpresa, aunque el secreto de como lo consiguieron quedó entre hija y madre.

Enhorabuena a Mirella y su madre y ¡Olé! Por esa afortunada inocencia

Un ¡Olé! A unos turistas que ganaron un Bingo por pura casualidad

A veces, las casualidades de la vida, nos brinda una sorpresa inesperada.

Este es el caso de Soles y Manuel, ambos de Córdoba que estaban veraneando con sus hijos en lo que llaman, los cordobeses a Fuengirola, la Pequeña Córdoba. Ciudad, que desde la época de sus bisabuelos, es el lugar típico donde ir a veranear todos los años.

Decidieron, entre todos los eventos ofertados por la ciudad, dejar que sus hijos asistieran al Cine de Verano que tiene lugar en la playa. Mientras tanto, paseando, casi en frente, se encontraron con una Sala de Bingo de antaño, se miraron el uno al otro, se sonrieron y dijeron ¿que, echamos un binguillo?. Y así hicieron. No gastaron mucho ya que tenían pensado ir a cenar en familia y cual es la sorpresa que a la tercera ronda, Manuel, se pone a brincar y grita, Bingooo, Bingoo, bingooo, jajaja, he ganado el bingo!

A la postre, se rumorea que se llevaron cerca de 10.000€. Nada más lejos de lo que podían pensar cuando entraron para echar un binguillo, mientras los niños estaban en la playa.

Enhorabuena y un ¡Olé! A Soles y Manuel y esperamos que hayan podido disfrutar un poco más de sus vacaciones.

Afortunada chica de Oro ¡Olé!

Una señora muy discreta, llamada Máxima de un pueblecito de Asturias, siempre ha sido una persona que le ha encantado el Bingo desde muy jovencita. No hay sábado noche que no deja pasar sin visitar su sala favorita Quijote, acompañada de su amiga Berta, que siempre cogen un taxi, y claro esta encontrarse con todos sus compañeros bingueros de años.

Cual sería su sorpresa que a tan solo de estar un par de horas,esa afortunada noche, canto ¡Bingoooooooooo !, brincando en la silla y no pudiendo creer que había ganado la friolera, de no solo el bingo sino el bote también, de 30.000€ que se llevó a su casa, mas que contenta.

Le preguntaron la típica pregunta, y ahora qué Máxima, ya no te veremos por aquí, ¿que vas a hacer con tanto dinero? le preguntaron, ella muy tranquila dijo, que si amigos, no dejare de volver, si sabéis que me encanta esta sala, el bingo y echar un buen rato de risas con vosotros. Repartiré con muy buena gana a mis hijos y nietos que seguro que les vendrá bien, haré una fiesta grande para festejarlo con vosotros y un viajecito caerá.

¡ Enhorabuena Máxima!