Cebrian, es un estudiante en Sevilla y visitaba cuando podía a su abuela Tita en Écija, que mas que abuela, era como su madre. Tita, una mujer muy alegre, siempre buscaba cosas que hacer sola o con sus amigas, que junto a estas visitaban un local donde jugaban al Bingo semana en semana, pero Tita soñaba con un Bingo a lo grande.
Tita ya le había manifestado a Cebrian, las ganas que tenía de ir un día a Sevilla a jugar a una gran Sala de Bingo, con mucha gente, mucho colorido, pantallas de bolas de bingo grandes y posibles botes también.
Llegaba el puente de la Inmaculada y Cebrián no se lo pensó dos veces e invito a Tita a pasar una semana en Sevilla, recorrer las zonas tipicas de la ciudad , una buena tapitas en la zona de la Macarena, con los bares de antaño y claro a expectativa soñada de ir a jugar a una Sala de Bingo grande.
Durante esa semana habían ido a jugar partidas de Bingo unas 3 veces y no fue hasta la cuarta, que era el día anterior a que Tita volviera a Écija, que entraron en el bingo que más tarde le daría una buena sorpresa a su abuela.
Decidieron ir a jugar antes de disfrutar de unas tapitas en las terrazas de Sevilla y así fue. Consiguieron una buena mesa frente a una gran pantalla con las bolas que salían y el colorido que le gustaba a Tita y comenzaron a jugar varias rondas. Ya les estaba picando el hambre, pero Tita dijo, vamos a echar penúltimo binguillo. Fue en este que ha Tita, casi se le va el aire para cantar Bingo, no dejaba de reír y de apretar el brazo de Cebrian con toda la alegría y diciendo, quien lo iba a decir y el penúltimo como siempre.
Se llevo un bingo de 3,600€ con mucho entusiasmo y con mas ganas de celebrarlo por Sevilla. Le hizo un regalo a Cebrian y le dijo, si no te importa, guardaré este dinerito para volver a pasar unos días contigo en Sevilla y ganar mas, jajajaja. Si claro que si abuela, le dijo riéndose Cebrian.
Enhorabuena y un ¡Olé! A Tita y Cebrian por el Bingo ganado y la grata sorpresa.
