Mirella es una estudiante que junto con sus padres, estaban de visita y pasando unos días de vacaciones veraniegas, en casa de sus abuelos en Zafra, una localidad hermosa de Badajoz.
Los abuelos tenían una pequeña granja de vacunos , verduras y frutas, en las afueras y a la que le habían dedicado toda su vida. Mirella se sentaba con ellos en todas las ocasiones que podía para escuchar todas las historias que tenían por contar mientras saboreaba las delicias caseras que la abuela solía hacer con los frutos del campo.
Tenia muchos deseos de hacerles un regalo y que pudieran disfrutar en algún lugar fuera de la granja, así que habló con su madre y le comento lo que pensaba pero claro no tenia mucho dinero. En uno de esos días que tenían que ir al centro, Mirella le inquirió a la madre, que aunque fuera inocente , porque no entrar en una de las salas de bingo y probar suerte.
La madre titubeo un poco, sabia que era muy popular y divertido para muchísima gente y a pesar de eso nunca había jugado al bingo. Aunque, ante la insistencia, al final acepto y entro, mientras Mirella la esperaba en una cafetería cercana. Mirella había apostado por unos ahorrillos que tenía y un poco mas que le dejo su madre.
Mirella no dejaba de mirar la puerta de la Sala, ya se había tomado un buen postre de helado, y unas cuantas horchatas de chufa……iba a reventar con tanto dulce, cuando a las 2 horas y pico ve, que su madre sale de las puertas de la Sala con una gran sonrisa. Le dijo, Mirella, Mirella, que gran inocencia la tuya y afortunada idea, porque mira, he ganado así a lo tonto 2050€, que maravilla, quien lo iba a creer.
No se lo pensaron dos veces y buscaron un hotel en la costa de Asturias , en la localidad de Lastres, precisamente donde se había rodado la serie Dr. Mateo, de la cual ambos abuelos eran incondicionales e incluso habían visto la repetición de la serie varias veces.
Así que a los pocos días, ya todo organizado, les entregan un gran sobre con los detalles y cuan seria la alegría de sus abuelos ante tal sorpresa, aunque el secreto de como lo consiguieron quedó entre hija y madre.
Enhorabuena a Mirella y su madre y ¡Olé! Por esa afortunada inocencia
